Las nubes densas, llenas de polvos que reflejan colores rosados, anaranjados, amarillos flotan en una inmensidad que se mueve vertiginosamente.

En la vacuidad una esfera se contrae al mínimo, fusionándose por dentro en la calidez de sí mismo. Una pequeña conciencia empieza a formarse, en el origen de la energía nuclear que se magnifica y empuja las nubes en formas paradisiacas. Aprende del silencio que choca con otros astros, de la suavidad del vacío y la suspensión del peso.

La naturaleza juega con los polvos, la luz de las estrellas y las ondas electromagnéticas que acarician la delicadeza de los elementos más básicos.

Mientras que la humanidad es el mejor espectador de los cometas con las estelas de ilusión que le siguen para continuar en su curso elíptico alrededor de las rocas y planetas. En el tiempo se mueven los astros, los polvos y los objetos en el universo, siguiendo los segundos como las marchas fúnebres de los pueblos antiguos.

 

(Escrito para los Fuegos Fatuos en Noviembre de 2013.